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Hubo una época en la que tener una BlackBerry era sinónimo de estar en la conversación. Entre 2005 y 2012, fue el móvil preferido de ejecutivos, periodistas y artistas. Se convirtió en el símbolo de la eficiencia: teclado físico, email seguro y batería duradera. No tenía juegos, ni redes, ni stories. Solo lo que hacía falta. Después llegó el iPhone y cambió todo.
Durante más de una década, BlackBerry desapareció del mapa. Pero en 2025, algo cambió.
Según Google Trends, las búsquedas relacionadas con “BlackBerry” aumentaron en España desde marzo de este año. El dato no sorprende tanto si se lo cruza con otro: el 82,9 % de la población española usa redes sociales todos los días (DataReportal 2025).
Y eso está generando fatiga digital. Algunos usuarios buscan cortar con el bombardeo constante de contenido. Ahí es donde aparece BlackBerry como símbolo de otra forma de conectarse.

No se trata de nostalgia, o no solo. En foros y redes sociales, crece el contenido de personas que se pasan a móviles sin redes sociales, o que buscan recuperar el control del tiempo que pasan frente a la pantalla.
Un móvil que no tiene Instagram, ni TikTok, ni miles de notificaciones puede parecer limitado. Pero para muchos, eso es justamente el atractivo. BlackBerry se convierte así en un acto de resistencia digital, una forma de decir: no quiero estar disponible todo el tiempo.
En ciudades como Madrid y Barcelona, algunas tiendas especializadas ya venden modelos BlackBerry reacondicionados. La mayoría incluyen teclado físico, sistema operativo básico y batería nueva. No tienen WhatsApp actualizado ni acceso completo a las apps actuales, y eso no parece importarles a quienes los buscan.
Hay quienes incluso compran dos móviles: uno inteligente para el trabajo, y uno “tonto” para el día a día.
La vuelta del interés por BlackBerry abre una pregunta: ¿es esto una nueva forma de vivir el móvil o solo una moda pasajera?
Por ahora, parece un fenómeno de nicho, pero con fuerza simbólica. Una reacción contra la sobreconectividad. Pero también un guiño a una época donde el teléfono era solo eso: un teléfono.